Sábado 4 de mayo, el despertador suena pronto, como un día normal de cole, aunque yo ya llevo un rato despierta en la cama, repasando mentalmente todas las cosas que hemos de hacer, todas las que hemos hecho ya, y esperando con un poco de nerviosismo y muchísima alegría que suene la musiquita del despertador que nos indica que es el momento, que por fin nos ponemos en marcha, que el día ya ha llegado.
Los niños se levantan contentos, hacen sus tareas, desayunan, se asean,.... se les ve contentos, a ambos pro igual y es que Rubén está tan deseoso como Irene de que ésta tome la comunión.
Suena el timbre, llegan los abuelos, los tíos y las primas, la tía Vero, es tiempo de hacer una fotos antes de salir para la Iglesia.
Y unos pocos minutos después salimos hacia el cole, con una sonrisa pintada en la mirada, con mariposas en el estómago, dispuestos a seguir caminando.
Las 11... los niños y el padre Ángel entran en la capilla, todos muy atentos, todos preparados, alguno más nervioso que otro, pero todos sabiendo el paso tan importante que daban. Y empieza la celebración, todos participan, todos colaboran, todos preparan el altar para la comida en la que a partir de ahora están invitados a participar, y todos y cada uno de ellos rebosa felicidad.
Salimos... tiempo de abrazoS, de felicitaciones, de agradecimientos y de celebrar, de disfrutar con la familia y los amigos... ¡¡¡¡ vámonos al chalet !!!!...
Entre todos empezamos a poner los manteles, los platos, los vasos, a preparar las ensaladas, a repartir el picoteo en las mesas, a reírnos juntos, a charrar despreocupadamente, a tomar unas papas y unas cervecitas, a esperar a la paella.... y la espar vale la pena porque ¡¡¡esta buenísima!!!...
El día está valiendo la pena, todos lo estamos disfrutando, los niños los primeros, que para algo es su fiesta...
Y por la tarde, tras el café... llegan más niños, y llega una sorpresa guardada celosamente durante meses....¡¡¡¡ el mago Dani !!!.... todos, niños y grandes toman asiento, y empieza el show, mágico, rápido, divertido, cercano... ya os digo que de camino al cole esta mañana los niños han repasado uno por uno cada uno de los juegos que vieron esa tarde, incapaces de decidir cuál les gustó más, intentado adivinar cada truco , aunque como yo les digo, no son trucos, son magia de verdad.
Y ahora ya solo queda volver a la normalidad, y seguir deseando que la alegría de ayer perdure en nuestros corazones durante mucho, mucho tiempo...
¡ FELICIDADES MI VIDA!
