De comunión.... otra vez!

De comunión.... otra vez!, sí, sí, en este caso del peque de la casa, o ya no tan peque, porque no solo es que tenga ya 9 añazos, sino que además ha pegado un par de buenos estirones ultimamente.

El caso es que a Rubén le gustan muchas cosas, sus coches de Cars, sus animalitos, su guitarra, su mono pepe, los dinosaurios y el espacio. 

Y desde que tomó la comunión su hermana tenía bien claro que el suyo sería un día muy "espacial", sí sí, no me han bailado las letras, he escrito ESPACIAL, y es que tanto las guirnaldas que su tía ha confeccionado, como las tartas que le he preparado para este día tan especial van sobre eso, sobre el espacio.

El día fue bonito e intenso y Rubén lo disfrutó con la misma intensidad con la que él vive cada día....así que finalmente el esfuerzo realizado valió la pena.

De cabeza al patchwork

Esta vez es Irene la que decide embarcarse en un proyecto manual nuevo.... el patchwork. Y el problema de esta hija mia es que muchas veces sobredimensiona nuestras habilidades y luego cuando el resultado no es el que aparecía dentro su mente, pues se nos desespera...  y porqué digo esto, pues porque cuando decidió que iba a hacer una bolsa de tela con un aplique de patchwork para regalar a cada una de sus superamigas por su cumpleaños, yo, por dentro empecé a temblar temiéndome lo peor...... porque claro ella ya se imaginaba cosiendo con soltura de profesional desde la primera puntada y claro, esto tan, tan fácil no es.

El caso es que el reto fue mejor de lo que yo imaginaba, la verdad.

Mi contribución... la máquina de coser y deshacer algún que otro entuerto con los hilos. 

El resto, cosa suya. 

Y lo más importante, sus amigas encantadas y ella feliz.