¡¡¡¡¡ 8 añazos yaaaaaaa !!!!!!..... ¡¡¡¡ madre mía y es el pequeño !!!!!....
Hay que ver como pasa el tiempo, si señor, para todos, que ellos van creciendo, pero nosotros...., qué decir de nosotros, pues que también, que dentro de nada cambiamos de decena otra vez sin casi habernos dado cuenta de nuestro paso por esta.
El caso es que el cumpleaños de Rubén de este año estuvo llenos de cosas especiales, de esas que hacen que el niño recuerde esa fecha durante mucho tiempo....
Lo primero, es que la seño Mireia le iba a dejar tocar la guitarra en clase ese día, y claro, a cabeza de Rubén desde que se enteró se pudo manos a la obra a preparar un grandioso concierto, no solo de guitarra sino de guitarra y piano, ¡ahí queda eso!.... así que él y su amiguita Paula le dedicaron muchas horas a ensayar juntos y por separado la canción de Doraemon para ese día.... y como el trabajo y el esfuerzo tienen su recompensa, por lo que cuentan, el "concierto" fue todo un éxito, ambos salieron radiantes y llenos de satisfacción por las felicitaciones y aplausos de sus compis.
Pero decía que este cumple tenía muchas cosas especiales, y ésta es solo una de ellas.... las otras, haber disfrutado con sus amigos del cole de una fiesta en casa, en la terraza, con un magnífico juego del pañuelo doble reconvertido a mini-gynkama deportiva preparado por su hermana Irene, que le hacía junto a mamá las veces de monitora. Además una merienda con los primos, yayos, y tíos, que eso siempre apetece, y por último entre los regalos recibidos uno que llevaba pidiendo meses, que empezaba por C y acababa por O, y no, no, era un cucurucho como él dijo cuando le dimos esta pista tiempo atrás, no..., era un carpesano, pero uno muy especial, pues se lo habíamos personalizado con unos dibujos super-molones y unas estrellas en el interior recordándole qué es lo que más nos gusta de él.... y os aseguro que ha mirado esos dibujos y ha leído lo que está escrito en las estrellas varios cientos de veces.
