Acampada de Pascua

Quien haya ido de acampada cuando era un chaval sabe a lo que me refiero..., una acampada es pasárselo bomba, volver sucio a casa, cansado, moreno, con mil historias que contar, con más amigos que los que tenías antes de irte, con una mochila llena de recuerdos ocupando el lugar de las cosas que sin querer han ido a parar a "objetos perdidos", de tesoros y regalos del amigo invisible, de ropa sucia (pero sucia de verdad), es haber perdido la funda del saco y que ésta aparezca "misteriosamente" dentro de tu mochila al llegar a casa, aún cuando tú por la mañana has buscado más de 4 veces en su interior sin éxito, es bajar del autobús con los ojos contentos de haber vuelto pero anhelantes de volver a irse,  es todo eso y mucho más..., y todo eso y mucho más es lo que ha vivido Irene esta última semana en Casillas de Ranera.