un poco de Isa: Seño Isa, gracias por ayudarme a crecer.

Hace mucho, mucho tiempo (bueno en realidad hace sólo 3 años, pero en un niño de 6, eso es mucho, mucho tiempo), un niño llamado Rubén llegó por primera vez al cole de mayores para empezar una nueva aventura, la Educación Infantil.

En ese mismo cole estaban su tía y sus primas, y hasta hacia poco tiempo había estado también su hermana, por lo que Rubén tenía muchas ganas de ir él también a ese sitio del que tanto había oído hablar, con esa seño de la que tantas maravillas había oído contar a su hermana..., pero los comienzos no fueron del todo como él esperaba, y aunque enseguida hizo amigos, y las seños eran un encanto, a Rubén, sin saber por qué le dio por llorar, por no trabajar del todo bien y por salir un poco triste algunos días...., su mamá no lo entendía, y de hecho estaba bastante preocupada, "¿qué le pasa a este niño?" se preguntaba a diario...., menos mal, que poco a poco, Rubén volvió a ser el niño sonriente, trabajador y cariñoso que todos conocíamos...

En este cole las clases tienen nombres de animales, él fue primero pato, luego oso, y finalmente elefante, y como los elefantes creció, y creció y desarrolló una gran memoria.

Aprendió a leer, a escribir, a hacer unos dibujos preciosos, a usar el dedo pinturero, investigó sobre el sistema solar, sobre los egipcios, sobre los dinosaurios, le enseñaron a estar muy atento y calladito en clase, ayudar a los compañeros y a compartir (¡vaya, igual que sus papás le enseñaban en casa, qué casualidad!), a usar la pizarra digital (esto le costó bien poco, jejeje), conoció al Señor Punzón y a la Señora alfombrilla, a la Señora Tijeras y al Señor Pegamento,..., jugó al fútbol, cantó canciones,..., pasó momentos inolvidables con WIFI y Rufo, y hasta tuvo la suerte de podérselos llevar a casa un fin de semana, en definitiva, fue un niño feliz, muy feliz.

Y hoy ese niño, acaba una etapa que creo que ha sido muy bonita para él, y además cambia de cole, se va al cole de su papá, con su hermana Irene, a empezar una nueva aventura, con nuevos profes y nuevos amigos, pero sé que siempre tendrá a sus seños de estos años y a sus compañeros en un sitio muy especial de su corazón.... así es que de su parte y también de la mia, GRACIAS a todos lo que habéis hecho que Rubén e Irene en su momento se sientan en el cole como en casa.