Hoy comienza.... ¿el qué?.... el Adviento...y nosotros estamos listos para dar los primeros pasos de este camino.
Para ello ayer, aprovechando que hacía mucho, pero que mucho frío, dedicamos un largo rato a ir preparando nuestros cubitos de colores.
Los hemos hecho de distintos colores, y seguro que necesitaremos hacer más, jejeje....
Una vez que hinchados, el resultado ya empieza a recordarnos a cajitas de regalo.
Y esa era la idea, regalos que contienen deseos o buenos propósitos, en definitiva ilusiones para decorar nuestro árbol, ese que nos recuerda que la Navidad está cerca, muy cerca...
Y con las bases de lo que vamos a hacer bien sentadas, empezamos a caminar, y partimos de cero... de un árbol, vestido únicamente con sus hojas verdes, sin ningún otro adorno.
Porque las cajitas no se van a colgar todas de golpe, no, se van a ir colocando poco a poco, día a día, en el momento que cada uno elija, cuando de verdad nos apetezca, cuando de verdad estemos dispuestos a regalar una pequeña parte de nosotros mismos....
Y en ese momento, en ese preciso instante no tendremos más que elegir la que mas nos gusta, y escribir en su interior en su interior nuestro personal propósito.
Lo que cada uno escriba es personal, quedará dentro de su cajita, y dentro de su corazón. Y una vez vuelta a montar sólo si miramos a través de el agujero podremos leer lo que hemos escrito.
¿y qué es una caja de regalo sin un buen lazo?....
Ahora sólo queda colgarla en la rama que elijamos para que nuestro árbol vaya estando cada vez más bonito.