Esta vez es Irene la que decide embarcarse en un proyecto manual nuevo.... el patchwork. Y el problema de esta hija mia es que muchas veces sobredimensiona nuestras habilidades y luego cuando el resultado no es el que aparecía dentro su mente, pues se nos desespera... y porqué digo esto, pues porque cuando decidió que iba a hacer una bolsa de tela con un aplique de patchwork para regalar a cada una de sus superamigas por su cumpleaños, yo, por dentro empecé a temblar temiéndome lo peor...... porque claro ella ya se imaginaba cosiendo con soltura de profesional desde la primera puntada y claro, esto tan, tan fácil no es.
El caso es que el reto fue mejor de lo que yo imaginaba, la verdad.
Mi contribución... la máquina de coser y deshacer algún que otro entuerto con los hilos.
El resto, cosa suya.
Y lo más importante, sus amigas encantadas y ella feliz.
Olé! Irene está hecha una artista! Me encanta como ha quedado el búho. Besetes. Vero
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