12 de mayo de 2012.

12 de mayo de 2001, ¿lo recuerdas?... parece que fue ayer, pero ya ha llovido y mucho.

Aunque todo empezó mucho antes, tú con 15 y yo con 16, ¡unos críos!, y en cambio también parece que fue ayer, aunque en este caso ha llovido más aún si cabe.

9 años entre ambas fechas, muchos días, muchas horas, pero tan unidas que no se entiende la una sin la otra.

12 de mayo de 2012, 11 años desde el Sí, quiero, en la Iglesia, delante de todos, un Sí, quiero seguro, rotundo; 20 años desde el primero, ese que nos dimos tú y yo, siendo tan sólo unos críos cuando todo esto empezaba, o mejor dicho cuando lo nuestro se afianzó, pues había empezado aún antes, con una amistad, con un campamento de verano, con unas Olimpiadas en las que te llevaba de la mano... y repito ¡¡¡cuánto ha llovido!!!...

Y podría añadir más fechas, y contar cuánto tiempo ha pasado, o cuanto ha llovido desde entonces.
Cuanto ha pasado desde que ellos, Irene y Rubén llegaron a nuestras vidas, cuantos cumples hemos celebrado juntos, cuanto hemos viajado, cuanto nos hemos peleado, cuanto nos hemos perdonado, cuantas veces hemos estado de acampada, cuantas ciudades hemos visitado, cuantos sueños hemos vividos juntos, cuantos nos quedan por vivir... pero prefiero no poner más fechas, no poner más datos y simplemente decirte que te sigo queriendo, como hace 11 años, como hace 20 años, y que espero seguir a tu lado sin fecha de caducidad.

Feliz día, mi amor.