Si pasas habitualmente por aquí sabrás que hace unos días me metí en faena haciendo una tarta decorada para el cumpleaños de mis suegros. Por fuera quedó bastante aparente, pero la duda estaba en si estaría tan buena por dentro como su aspecto por fuera parecía indicar... y la verdad es que por lo menos para mi (que no soy muy golosa, la verdad), me pareció que estaba estupenda, y por eso quiero compartir la receta.
A ver, yo no soy de seguir recetas al pie de la letra, ni siquiera en repostería, a pesar de que siempre se ha dicho que en la repostería hay que ser especialmente cuidadoso con cantidades e ingredientes, yo improviso y cambio a mi parecer y la verdad es que pocas veces acaba la receta en fracaso, más bien lo contrario... y éste es el caso de esta receta...
Lo pondré pasito a pasito:
PARA LA TARTA:
- medio vaso de aceite suave o de girasol
- medio vaso de leche
- 1 vaso de azúcar (un poco más si soy muy golosos, pero para mi así está perfecto)
- 1 sobre de levadura en polvo
- 2 vasos de harina
- 4 huevos medianos o 3 huevos grandes.
Se bate todo junto, hasta que no queden grumos.
Y al horno, que ya tenemos calentito a 180ºC unos 45 minutos, más o menos.
¡¡¡¡¡Atención truquito!!!!....
Nunca abras el horno antes de los 30 minutos, pues si lo haces todo lo que haya subido bajará y quedará un auténtico desastre...
A partir de los 30 minutos ya se puede abrir sin problema, y si pinchas la tarta con un cuchillo y éste sale limpio, significa que el bizcocho ya está.
Abre la puerta del horno para que vaya perdiendo el calor y deja el bizcocho dentro en reposos un ratito.
Cuando ya está frío del todo llega el momento del relleno...
PARA EL RELLENO:
- Caramelo líquido y algo de agua.
- margarina
- chocolate puro en polvo
- azúcar glass
- almendra molida
Abrimos el bizcocho en tres capas. Ponemos medio vaso de caramelo líquido con un par de deditos de agua en un cuenco y lo calentamos en el microondas. Lo removemos bien para que el caramelo se junte con el agua y se clarifique (tendremos un almíbar facilito de caramelo). Con ayuda de una jeringuilla bañamos generosamente la base del bizcocho, que se empape bien.
Mezclamos con ayuda de un tenedor la margarina, el cacao, el azúcar y la almendra hasta obtener una pasta.
Las cantidades, a ojo, pero yo puse una cucharada sopera de margarina, dos cucharaditas (de café) de cacao, 1 cucharadita (de café) de azúcar y lo mismo de almendra por cada capa. La mezcla queda como una especie de nocilla pringosa que has de extender generosamente también sobre el bizcocho bañadito de caramelo.
Ponemos otra capa de bizcocho encima, presionamos un poco. Y repetimos la operación, baño de caramelo y pringue de caco y almendra.
Última capa de bizcocho, último baño de caramelo y de pringue. si vas a dejar la tarta descubierta, sin fondant, la capa superior de pringue deberá ser más generosa.
Ahora a la nevera... se puede dejar de un día para otro, pero si no le pones fondant, tápala para que no se reseque... ¡¡¡Y A DISFRUTAR !!!...