¡Madre mía!.... Ya no queda nada, en una semana todo el caos que reina ahora mismo en mi cabeza, todas las prisas para conseguir tenerlo todo a punto, todas esas mariposas que empiezan a revolotear en mi estómago cada vez con más fuerza, se habrán acabado, y es que dentro de una semana será el día, y por lo tanto será momento de disfrutarlo, de vivirlo con intensidad, y de olvidar todo el esfuerzo que nos ha supuesto para dedicarnos simplemente a celebrar con Irene que ya ha dado un paso más, que continua siguiendo sus huellas.
Y en esta semana que falta, la mayor parte de mis energías se concentran en la cocina, en preparar las tartas y la merendola, aunque si repaso la lista de las cosas pendientes hay otras muchas aún por tachar...¡¡¡madre mía!!!...
Así es que en mi nevera empiezan ya a reposar, flores de mil colores, mariquitas y abejas que estarán encantadas de colocarse sobre ellas, y hasta una muñequita que intenta parecerse a Irene (aunque haya quedado más rubia que la original) para decorar una de estas tartas... y todo ello modelado en Fondant, claro, para endulzar aún si cabe un poco más ese día tan esperado.
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