Mis pequeños magos siguen trabajando duro, muy duro, concienzudamente... y sobretodo hay uno al que constancia desde luego no le falta, aunque las cosas no le salgan como a él le gustaría...
Lo primero es lo primero... ¿qué sería de un mago sin unas buenas palabras mágicas aún cuando aún nadie sabe que es el mago?
Y si además las palabras mágicas son fáciles de retener y repetir, pues mejor que mejor...
Bueno, y ahora que ya hemos sentado las bases, a presentarse, porque...
¿quién soy yo?. ... .....
¿un pájaro?....
¿un avión?...
No, "soy el mago, claro".
Y para que se vea que soy un mago de los buenos, soy capaz de hacer mis trucos sólo con mis manos, o con la inestimable ayuda de mi varita mágica... aunque no tenga muy claro que puedo aguantar la varita con la mano en vez de retorcer mi cuello en una posición más propia de un flamenco rosado... ¿será por eso que me he levantado con tortícolis?, jejeje...
Rubén, eres el mago de mis amores... ¡sigue así, mi vida!
Es el mejor truco de magia que jamas se ha presentado en esta pantalla,
ResponderEliminarCreo conveniente que lo patentes no vaya a ser que te lo copien,
Un fuerte abrazo y sigue deleitandonos con tus actuaciones
Yayo, estoy preparando un nuevo show... y por supuesto estáis invitados.
EliminarBesitos, Rubén